
El teléfono móvil se ha convertido en la principal herramienta de producción de contenidos audiovisuales de la red. Todos los móviles tienen una cámara para hacer fotos y vídeos, y podemos compartir fácilmente estos contenidos en redes sociales como Facebook, Instagram y TikTok. La posibilidad de editar, añadir texto, música o efectos es otra característica de estos programas que permite generar, modificar y compartir material directamente desde dicho dispositivo.
Las herramientas necesarias no tienen por qué avanzar mucho para producir material más complicado. Actualmente, es posible producir contenidos con valores de producción bastante similares a los de carácter profesional utilizando un ordenador doméstico y un software de edición y el teléfono móvil como fuente. De hecho, muchas películas se han realizado con un smartphone, como Tangerine, una de las pioneras, que se rodó en 2015 con un iPhone 5s. Otros ejemplos son "High Flying Bird", de Steven Soderbergh, que se distribuyó en Netflix.
Podemos utilizar como fuente principal un teléfono móvil actual que pueda grabar vídeos en formato 4K. Aunque la película final se vaya a publicar en Full HD (que sigue siendo el estándar de facto), es conveniente grabar en este formato, ya que una grabación de mayor resolución permite recortar posteriormente la película sin sacrificar la calidad. Puede editar en el mismo dispositivo móvil utilizando programas como Quik, Adobe Premiere Rush o InShot.

Utilice software de edición como Adobe Premiere Pro o Adobe After Effects si necesita efectos especiales y gráficos animados y quiere un mayor control de la edición. Estos productos de Adobe, que forman parte de la suscripción a Adobe Creative Suite, son actualmente los más populares entre los profesionales. Sin embargo, existen sustitutos gratuitos accesibles, como Avidemux, Blender, Shotcut, DaVinci Resolve o DaVinci Remaster (todos ellos disponibles en plataformas Windows, Mac y Linux).
Será conveniente considerar un micrófono independiente y una cámara de vídeo si se desea una calidad superior tanto en la imagen como en el sonido. Existen varias posibilidades para el vídeo, entre ellas la tradicional GoPro, que se recomienda para capturar actividades al aire libre por su tamaño y adaptabilidad, cámaras (compactas, sin espejo o incluso de fotograma completo) o incluso un dron. Independientemente del tipo de cámara que elija, es buena idea buscar algunas capacidades clave, como la estabilización -que también se puede conseguir con un trípode sólido o un cardán- y la posibilidad de utilizar un micrófono externo.
Podemos convertirnos en productores de material audiovisual con la ayuda de nuestra imaginación, nuestro ingenio y los instrumentos que un teléfono móvil moderno pone a nuestra disposición. Incluso podemos aspirar al éxito viral.
